Confusiones mentales ¿Un signo de alarma?

Escrito por: Mariel Hernández Maldonado

Es común que conforme vamos avanzando en edad nuestra agilidad tanto física como mental empiece a deteriorarse; es el ciclo normal del cuerpo en que algunas células dejan de regenerarse con la misma rapidez de antes pero no siempre es grave y no siempre tiene que suceder que perdamos por ejemplo la lucidez; hay maneras en las que podemos entrenar nuestro cerebro para ralentizar el deterioro.

Olvidos repentinos de eventos, pérdida del lenguaje fluido, dejar de tener claro qué día es, entre otras señales empiezan a indicarnos que algo no está funcionando bien con nuestro cerebro, pero no se preocupe, no siempre tiene que ver con la pérdida definitiva de la memoria. A muchos de nosotros nos pasa que dejamos las llaves en un lugar que más adelante se vuelve un misterio indescifrable o que nos encontramos con algún conocido en la calle y su nombre se nos va de la lengua tan pronto como lo vemos, estos son olvidos ocasionales que pueden suceder sin tener que temer.

Tampoco tomarlos a la ligera es una buena opción, pero contextualizar cada uno de los olvidos nos puede llevar a tener mejores hábitos; saturarnos de actividades o estresarnos demasiado por algo que puede o ha dejado de ocurrir nos puede llevar a dejar de registrar los datos correctamente en nuestro cerebro. En ocasiones la pérdida repentina de la memoria puede significar algunas cosas más graves como:

  • Demencia. La demencia senil desdichadamente es muy común en las personas de la tercera edad. Con este padecimiento la persona pierde la capacidad de aprendizaje, juicio y de resolución de problemas, deteriorándose hasta olvidar totalmente quiénes somos. Muchas veces la demencia es causada por el Alzheimer.
  • Delirio. Generalmente al delirio se le diferencia de la demencia por la peculiaridad de sus episodios en los que muchas personas declaran sentirse como en medio de un sueño. Suelen ser desencadenados ciertos episodios de delirio después de una abstinencia de alcohol, drogas o medicamentos.
  • Amnesia. La amnesia suele ser pérdida de ciertos episodios de la memoria debido a un accidente, ataque cerebral, abuso de tóxicos y episodios emocionales intensos como traumas o la muerte de un ser querido. La amnesia puede ser temporal o permanente, sin embargo siempre se debe revisar la función cerebral cuando haya una pérdida súbita de ciertas partes de la memoria.

La agilidad mental es algo que debemos tener muy en consideración cuando cuidemos de nuestro cuerpo; podemos ayudarle a nuestro cerebro con alimentos ricos en omega 3, con el ejercicio físico y mental y sobre todo no exponiéndolo a largas jornadas de ayuno, estrés y trabajo.

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