Lamentablemente, la obesidad es una condición que afecta a millones de personas en todo el mundo, en quienes un índice de masa corporal (IMC) los acerca a enfermedades como la diabetes, hipertensión, problemas cardiovasculares y otras que ponen en riesgo su vida. Por otro lado, las cirugías estéticas, las inyecciones de ácido hialurónico y otros procedimientos mínimamente invasivos son cada vez más buscados por personas mayores de 65 años para tener una mejor apariencia.
Muchos adultos mayores con un IMC muy elevado y que buscan soluciones para perder peso de forma efectiva y a largo plazo se preguntan si la cirugía bariátrica es para ellos, si hay algún riesgo a su salud o si su edad influye en la capacidad de recuperación. A continuación aclararemos estas dudas.
Muchos cirujanos recomiendan las cirugías bariátricas en un rango de edad de entre 18 y 60 años. Sin embargo, se han realizado diversos estudios para evaluar el riesgo de las cirugías bariátricas en personas mayores de 65 años en los que se ha revelado que el estado de salud del paciente influye al momento de operarse.
Es decir, se realizan estudios específicos como pruebas de funcionamiento pulmonar, pruebas de esfuerzo cardiovascular, ecografía carotidea, entre otras para evaluar el estado de salud general y descartar posibles riesgos ante el procedimiento.
Los estudios han revelado que los pacientes con más posibilidades de sufrir complicaciones quirúrgicas son quienes tienen un IMC muy elevado, o que ya padecen enfermedades como diabetes tipo 2, enfermedades cardiacas o respiratorias.
Ahora bien, los adultos mayores pueden recurrir a procedimientos bariátricos menos invasivos que el bypass, como el balón gástrico, que es un procedimiento restrictivo que, como su nombre indica, restringe la cantidad de alimento que se puede ingerir ya que se coloca al interior del estómago y se infla con un líquido.
La principal función del balón gástrico es brindar una sensación de saciedad al paciente para ayudarlo a comer de forma fraccionada, en pequeñas cantidades, acelerar su metabolismo y tener una pérdida de peso gradual y saludable. El balón se puede volver a inflar después de un periodo de cuatro meses para dar mayor restricción al procedimiento y acelerar la pérdida de peso.
El balón gástrico puede retirarse al cabo de doce meses mediante una endoscopia (la misma vía de colocación), procedimiento mínimamente invasivo que no requiere cirugía. Tras la retirada del balón, el paciente debe seguir una dieta para mantener el peso alcanzado y evitar el rebote.
Si buscas una alternativa para bajar de peso y te interesa una cirugía bariátrica, acude con un especialista y opta por un método amigable, sostenible a largo plazo y que no ponga en riesgo tu salud.
