Dice una frase que “el tiempo no pasa en vano” y nos guste o no tiene mucha razón. El paso del tiempo trae consigo muchos cambios que podemos sentir en nuestro cuerpo y en nuestra mente.
Y es quizá el estado físico donde el tiempo nos pasa una mayor factura. Los huesos nos duelen, ya no podemos movernos con la misma agilidad, empezamos a perder la vista poco a poco, cada día subimos más el volumen del televisor porque no escuchamos bien, son cambios que podemos ir percibiendo, pero alguna vez te has pregunta ¿qué pasa con nuestra voz?
La voz, al igual que todo nuestro cuerpo, también envejece con nosotros. Y es que para producir la voz se utilizan algunos músculos del cuerpo, los cuales se van haciendo más débiles, es por ello que las personas mayores tienen una voz particular, les cuesta más trabajo emitirla y es de un volumen bajo.
Uno de los grandes errores que se cometen es dejar de fortalecer nuestra voz. Imagine por un momento qué pasa cuando no hace ejercicio, su cuerpo se siente cansado y debilitado, pues lo mismo ocurre con la voz.
Y es que cuando las personas comienzan a envejecer suelen hablar menos, ya que muchas de ellas no tienen con quien hacerlo, ya que se quedan solos en casa o en ocasiones sus familiares no se toman el tiempo para estar con ellos y escucharlos, esto provoca que las cuerdas vocales se debiliten.
Para revertir esta situación se pueden hacer ejercicios de vocalización, estos pueden ser muy sencillos quizá cantar por un rato, leer en voz alta, recitar unos poemas y el mejor de todos platicar con alguien, ya que este último además ayudará a despejar la mente.
Así que si tienes un familiar de edad avanzada tómate un momento al día para platicar con él, además de aprender muchas cosas de la vida lo ayudarás a fortalecer su voz.
Y si eres una persona mayor y no tienes con quien platicar, toma un libro y léelo en voz alta o inscríbete en el coro de la iglesia o acude a alguno de los grupos de ayuda para adultos mayores donde además de realizar muchas actividades habrá personas con las que puedas hablar.
Lo importante es que no dejes perder tu voz, la cual es parte de tu identidad, te ayuda a expresarte y decir lo que deseas. No te calles y alza la voz.