El asma en la tercera edad

Contrario a las creencias populares, los síntomas de enfermedades alérgicas como el asma pueden aparecer en los adultos mayores aunque no haya tenido antecedentes de estos padecimientos. Una persona mayor que desarrolla síntomas en el pecho no necesariamente padece bronquitis tardía o enfisema pulmonar, puede tratarse de un caso de asma aunque no sea alérgica a nada.

Según los datos del estudio Alergológica 92, el 3.2% de los pacientes que acudían a consulta de alergología eran adultos mayores de 65 años, sin embargo en el estudio Alergológica 2005 se reportó que había aumentado los índices de consultas en adultos mayores, principalmente en la región de Murcia (España), donde traslada su residencia muchos jubilados procedentes de otros países de la Unión Europea.

Causas del asma en la tercera edad

La aparición de las alergias en los adultos mayores es menos frecuente que en personas más jóvenes, sin embargo el asma se puede presentar en cualquier edad. Aquí encontramos a dos grupos:

  • Personas que padecieron asma desde jóvenes.
  • Asma de aparición tardía debido a un episodio de infección respiratoria.

En muchos casos el asma en la tercera edad es más persistente y resistente a los medicamentos que el asma en personas más jóvenes. El asma es un problema respiratorio que afecta por igual a niños, adolescentes, adultos y adultos mayores, algunos ancianos tuvieron asma en su niñez o adolescencia y en esta etapa reaparece mientras que otros desarrollan asma en las últimas etapas de la vida.

Síntomas del asma en la tercera edad

Los cambios en la estructura pulmonar asociados al envejecimiento suelen aumentar los síntomas del asma, dificultando su diagnóstico de otros trastornos como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica.

Los síntomas son similares a los ataques de asma a cualquier edad:

  • Dificultad para respirar y sensación de ahogo
  • Ruidos o silbidos en el pecho
  • Jadeos
  • Sensación de falta de aire
  • Tos prolongada que puede acompañarse de expulsión de moco
  • Opresión en el pecho

El asma en la tercera edad suele ser encubierta por otros padecimientos, por ejemplo, un resfriado crónico, pobre percepción de falta de aire, bronquitis, enfisema pulmonar o algún otro trastorno respiratorio, por esto mismo muchos adultos mayores no demandan asistencia médica.

Los desencadenantes del asma son iguales a cualquier edad así como la prevención y estrategias de tratamiento. Sin embargo en los adultos mayores los cambios que se dan por el envejecimiento suelen complicar el diagnóstico y tratamiento del asma, por ejemplo en los casos de que haya enfermedades cardiacas o pulmonares, ya que los adultos mayores ingieren más medicamentos pues suelen padecer más problemas de salud, es necesario prestarles especial atención en el tratamiento del asma.

Tratamiento del asma en la tercera edad

El manejo del asma y las alergias en la tercera edad requiere del trabajo en conjunto del alergólogo, el médico familiar y el geriatra. Juntos deben ser conscientes de los efectos de los medicamentos para sus otros padecimientos y las interacciones entre ellos.

Algunos medicamentos como los beta bloqueantes utilizados para la hipertensión arterial y cardiopatías leves pueden tener efectos importantes en los pacientes asmáticos, así como los fármacos sedantes que ayudan a conciliar el sueño al adulto mayor pueden empeorar el asma pues tienen el efecto de hacer la respiración más lenta y menos profunda dificultando su tratamiento, por lo tanto es de vital importancia que el alergólogo sepa qué tratamientos farmacológicos se está utilizando, no suspenda ningún tratamiento ni baje la dosificación sin antes consultarlo con su médico.

El asma en la tercera edad se puede combatir clínicamente y se puede buscar la mejor alternativa que no reste calidad de vida al paciente. Algunos trastornos típicos de la tercera edad como la artritis, la demencia senil o la depresión requieren una vigilancia especial por parte de los cuidadores del paciente pues puede no recordar seguir su tratamiento por lo que se requieren esfuerzos adicionales por parte de los cuidadores del paciente para educarle en el cumplimiento en el tratamiento.

El 40% de los adultos mayores con asma no realizan correctamente el tratamiento con el inhalador, esto se debe a que muchos pacientes tienen dificultad para sostener objetos con la mano o para presionar el inhalador por enfermedades articulares como la artritis. Para estos pacientes se sugiere utilizar adaptadores para el inhalador que no se tengan que presionar con la mano.

Todo adulto mayor asmático debe acudir a su centro de salud para recibir una orientación en el uso del inhalador, de preferencia la persona que cuide al paciente debe acompañarle para supervisar que lo use correctamente.

 

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