Uno de los aspectos que más pasan desapercibidos en el cuidado del adulto mayor, su salud y estado anímico, es la dentadura. Son muchos los adultos mayores que han perdido todas o la mayor parte de sus piezas dentales, lo que les origina diversas molestias, desde la cuestión estética hasta los problemas para ingerir y digerir los alimentos e incluso para comunicarse adecuadamente.
La mayor parte de los problemas dentales se originan por un cuidado deficiente durante la edad adulta. La falta de higiene bucal suele derivar en la pérdida de piezas, o bien, cuando la caries está muy avanzada, en un molesto y doloroso tratamiento para extraer las raíces, conocido como endodoncia.
La endodoncia deja al diente “muerto”, es decir, se le extirpa la raíz pero se conserva la pieza. Con el paso de los años, como el diente deja de recibir nutrientes, se debilita y es mucho más fácil que se caiga al avanzar la edad, cuando las encías se retraen como parte del proceso natural de envejecimiento.
Entre los problemas que se generan por la pérdida de los dientes, uno de los más conocidos es la dificultad para masticar los alimentos. Esto no sólo significa una incomodidad para comer o una alteración de las costumbres alimentarias. También implica un trastorno en el proceso digestivo, ya que si los alimentos no se mastican adecuadamente, el estómago tiene mayores dificultades para deshacerlos, aumentando los niveles de acidez estomacal y aprovechando menos los nutrientes de los alimentos.
En el sentido emotivo, la pérdida de dientes suele suponer un duro golpe para muchos adultos mayores quienes, por pena o incomodidad, reducen su vida social, ya sea porque les da pena mostrar una dentadura incompleta o porque la falta de piezas les hace más dificil la articulación de algunas palabras.
Las prótesis de hoy día son mucho más ligeras y cómodas de lo que lo eran antes, sin embargo, muchas de ellas aún necesitan que haya dientes sanos en la boca para poder fijarse adecuadamente. Por ello, lo más recomendable es que los adultos mayores cuenten con atención dental pronta y oportuna.
La mayor parte de los problemas bucales serios comienzan a partir de los 40 años. Lo mejor es tratar de llegar a esa edad con una dentadura sana para ahorrarse los molestos y costos tratamientos odontológicos. De igual manera, se debe mantener el cuidado de los dientes de manera continua y acudir a revisión al menos una vez al año.
