Alicia Teja Zuñiga Reflexión

Hola: Soy una persona próxima a cumplir 79 años, nací mujer y que por fortuna cursé una carrera profesional; me titulé varios años después ya casada y madre de tres hijos: Dos varones y la última una niña la cual me lleno de gozo, cuando estaba en el tercer embarazo toda persona que observaba mi vientre aseguraba sería un niño más (no existían pruebas de ultrasonido).
Porque escribo esto? Lo hago pues pienso en muchas mujeres que pasan por lo mismo y la vida no les concede el que den a luz una niña.
Aclaró-También en el caso contrario cuando llegaron dos niñas y se espera un tercer hijo varón; en no pocas ocasiones el padre sufre una frustración al sentir su masculinidad menoscabada y expresión máxima de su esencia varonil y además el hecho de no perpetuar su apellido. (En la actualidad algunos países aceptan que sea el apellido materno el prioritario, siempre y cuando el matrimonio lo acepte).
A propósito soy hija primogénita, llegaron después y en corto plazo dos de mis hermanas, un mes después de cumplir cuatro años nació el hombrecito esperado.
En resumen de esto de los hermanos, finalmente fuimos diez: seis mujeres y cuatro hombres, fallecieron ya dos de estos últimos mencionados.

Estamos en el inicio del año 2021, llenos de incertidumbre ante lo vivido el año anterior y la esperanza de eliminar ese bicho que tanto estragos causa; regresar a una cierta normalidad con un nuevo concepto de la vida en la que actuemos en beneficio no sólo individual sino de todos
los demás que habitan este planeta tierra en el que nos toca estar.
Bueno hasta aquí esta reflexión anecdótica.

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