La edad es lo de menos: Cátedra del Adulto Mayor en Cuba

La Cátedra del Adulto Mayor es una iniciativa conjunta de la Central de Trabajadores de Cuba, la Asociación de Pedagogos de Cuba y el Ministerio de Educación, quienes a solicitud de la Universidad de la Habana respondieron ante el reto que representa para esa nación caribeña la proporción cada vez más grande de adultos mayores en la isla.

La Cátedra tiene como objetivo a las personas mayores de 60 años que tengan el deseo y la iniciativa de adquirir nuevos conocimientos, o solamente refrescar la memoria, al igual que desarrollar habilidades que puedan ser útiles tanto en la vida cotidiana como en la actividad profesional.

Inició en febrero de 2000 con tan sólo cuarenta y dos alumnos, pero a finales del curso escolar de 2009 contaba ya con más de seis mil graduados en La Habana, y cerca de cincuenta mil a nivel nacional, quienes cursaron sus estudios sin importar que se encontrasen en áreas urbanas o rurales, pues las filiales de la Cátedra habían alcanzado, en esas fechas, a noventa y cuatro de los ciento sesenta y nueve municipios que conforman el territorio cubano.

El objetivo del programa es fomentar la educación continua entre la población, enfocándose en los adultos mayores para acercarlos a las innovaciones tecnológicas y prevenir el rezago provocado por los rápidos cambios sociales y científicos actuales.

El curso básico – que se ofrece de forma gratuita, sin necesidad de acreditar ningún título escolar – tiene una duración de un año escolar, y consiste de seis módulos: Propedéutico, Desarrollo humano, Salud, Cultura, Seguridad social y Tiempo libre, a cuyo término se puede acceder a los cursos continuos, los cuales se imparten según las especializaciones regionales de los municipios y las instituciones universitarias.

Algunos de los temas impartidos en la Cátedra que han sido de mayor interés para los estudiantes han sido la Historia del movimiento obrero, la medicina tradicional, el Alca y el Alba (Alternativa Bolivariana Para las Américas) y las obras de José Martí. Asimismo, entre las cosas aprendidas por el mayor número de personas destacan las leyes que favorecen a los jubilados, a intercambiar criterios, a llevar una vida más sana y a fortalecer los sentimientos de hermandad y solidaridad.

Muchos de los participantes en los cursos concuerdan en que la experiencia los impactó positivamente pues recordaron cosas ya antes aprendidas, fueron capaces de retransmitir lo aprendido, adquirieron un nuevo nivel cultural, o encontraron más sabiduría y experiencia para lograr una longevidad satisfactoria.

Entre los resultados obtenidos por la Cátedra, los investigadores de la Universidad de la Habana destacan el desarrollo individual de la autoestima, el cual viene acompañado por la aceptación de la edad y por una mejoría en la facultad de encontrar y transmitir comprensión y tolerancia tanto hacia la propia familia, como hacia la sociedad en su conjunto.

Otro resultado que llama la atención es la muy escasa participación de los hombres en el programa; la mayor parte de los asistentes son mujeres de la tercera edad.

Al 2009, en Cuba, la esperanza de vida alcanza los 75.1 años en hombres y un 79.2 en mujeres; 77.97 años en promedio. La población en edad mayor a los sesenta años representa el 16.3 % del total, haciendo de Cuba la segunda nación más envejecida de América Latina después de Uruguay, y para el año 2025 se espera que uno de cada cuatro cubanos sea persona adulta mayor.

 

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