Ancianos deben tener la capacidad de afrontar sucesos dolorosos

Escrito por: Mariel Hernández Maldonado

Conforme pasan los años en la vida de una persona, van habiendo pérdidas de familiares, amigos y conocidos que pueden llevar a que el anciano caiga en depresiones de las que es muy difícil salir después. Hace unos días en Guadalajara se llevó a cabo la conferencia “La Resiliencia; envejecer con alegría” en donde se explicaba que todo adulto mayor debe contar con la capacidad de afrontar acontecimientos dolorosos de cualquier tipo, pues una vez que se está en la tercera edad una depresión puede llevar más fácilmente a sufrir percances como un infarto.

Esta conferencia fue dirigida a las más de 50 personas de la tercera edad que se encontraban en el recinto escuchando las palabras del director del Corporativo Luxor, Néstor Reyes Rubio, quien aseguró que la resiliencia es una virtud que puede facilitar la vida del individuo que se enfrenta a situaciones poco favorables no solamente de pérdidas emocionales, sino estrés, presiones monetarias y sucesos adversos que se encuentran presentes en la vida de todo ser humano.

Aseguró también que en la vida existen dos tipos de personas: aquellas que se oponen a las adversidades y siguen adelante y aquellas que se quedan estancadas en un suceso negativo y dejan que el mismo las defina de ese momento en adelante; recomendó a la comunidad de la tercera edad acercarse a alguien cuando sientan que su estado de ánimo decae.

Señaló que existen algunos factores que pueden ayudar a que el anciano se sienta mejor consigo mismo, que son:

  • Independencia. Cuando un anciano tiene la capacidad de valerse por sí mismo tiene más armas para defenderse de embates emocionales que puedan presentarse, pues a muchos les sucede que al sentirse una carga para sus familiares decaen y empiezan a enfermar y a debilitarse incluso físicamente.
  • Capacidad de relacionarse. Una parte fundamental de la salud integral de las personas es la salud mental y la salud mental viene en gran parte de la capacidad que tengamos de relacionarnos con nuestro entorno; es así que se recomienda que en el caso de que el adulto mayor no pueda trabajar, acuda a talleres, círculos de bordado o lectura que les ayuden a fortalecer y prolongar sus lazos con personas ajenas.
  • Creatividad. También puede ser de gran ayuda que las personas se dediquen a crear cosas con sus propias manos; adornos, tarjetas de regalo e incluso platillos les ayuda a sentirse activos y útiles.

Hay que tener mucha paciencia con nuestros adultos mayores, ya que son personas que en algún momento de nuestras vidas fueron un gran apoyo, al llegar la tercera edad es tiempo de devolver algo de lo que nos han dado.

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