Nuestro cuerpo va cambiando a lo largo de nuestra vida, y es en la vejez cuando más requerimos estar pendientes de nuestra salud a través de estudios especializados que nos ayudarán a diagnosticar si el organismo está saludable o está teniendo una deficiencia por el paso de los años.
Existen diferentes estudios y especialidades médicas que combinadas pueden ser de gran ayuda para detectar padecimientos. Uno de los estudios más demandados para los adultos mayores es la endoscopia ya que se pueden detectar muchas enfermedades e incluso realizar un tratamiento que no sea invasivo como una cirugía. Uno de los tratamientos que más utilizan esta técnica son aquellos relacionados con la pérdida de peso, así como la urología.
¿Cómo funciona un procedimiento endoscópico?
El cirujano endoscopista se encarga de realizar una sedación para que el paciente no sienta molestia alguna mientras se le realiza el chequeo médico, el cirujano introduce un instrumento de varios tamaños donde adentro se localiza una cámara de vídeo, ésta a su vez le permite observar y poder buscar algo en el interior del paciente.
Si se encuentra algo como una lesión o una malformación será necesario revisar el tejido y realizar una biopsia. Dependiendo de los datos que arroje este estudio se puede dictaminar la enfermedad que se padece.
¿Cómo funciona la endoscopía en la urología?
En la clínica de urología se pueden realizar varias técnicas que son de gran apoyo para diagnosticar problemas urológicos que se presentan a cualquier edad, en especial en la vejez. Por eso es importante acudir con los especialistas periódicamente.
En la cistoscopia se introduce un tubo delgado a través del meato uretral para poder acceder a la uretra y vejiga urinaria. Este procedimiento no requiere la hospitalización y tiene una duración de 5 a 20 minutos.
Se hace fluir una solución salina por medio del tubo para que la vejiga se llene, se le pedirá al paciente describir la sensación, dependiendo de la información que diga se sabrá el diagnostico. Gracias a esta técnica se pueden localizar lesiones en la uretra, la próstata, el cuello vesical y la vejiga.
La ureterorrenoscopia se concentra en explorar las zonas del uréter y de la pelvis renal. Si se llegara a encontrar un coágulo urinario de uréter y riñón se puede utilizar sedo-analgesia, anestesia regional o anestesia general para poderlo remover. Por medio de esta técnica también se pueden encontrar tumores y estenosis del tacto urinario superior.
La nefroscopia puede llegar a ser un poco invasiva pero con mucha eficiencia, tiene alta probabilidad de encontrar muchas patologías urológicas y tumores uroteliales de pelvis renal. Esta técnica se utiliza principalmente para el tratamiento de litasis urinaria que conste en tener cálculos o piedras en el interior de los riñones.
